La Técnica que Conecta con las Emociones desde la Concepción

Por Rafi Tur, creadora de la Técnica de Reflexología Embrionaria

La Reflexología Embrionaria Método C.E.R. es el resultado de más de 30 años de experiencia trabajando en terapias emocionales y corporales. A lo largo de mi trayectoria como terapeuta, he tenido la oportunidad de estudiar y combinar diferentes técnicas como el Proyecto Sentido, el Método Metamórfico y la Reflexología Evolutiva, integrando cada uno de estos enfoques para crear un método único y profundo que va más allá de la reflexología tradicional.

Esta técnica tiene un objetivo claro: desbloquear emociones, liberar tensiones internas y transformar los patrones inconscientes que limitan a las personas desde las primeras etapas de su vida, incluso antes de nacer. El Método C.E.R.es una herramienta que trabaja directamente con el cuerpo y las emociones a través de los pies, el lugar donde todo el cuerpo se refleja de forma detallada. Al hacerlo, accedemos a memorias profundas que han quedado grabadas en nuestro ser desde la etapa embrionaria, permitiendo que las personas tomen conciencia de sus bloqueos emocionales y los liberen, lo que transforma su relación con la vida y consigo mismas.

Este método, que yo misma he desarrollado, nace de la convicción de que las experiencias emocionales más profundas y significativas comienzan desde la concepción, y muchas veces están ocultas en nuestro subconsciente. A través de la Reflexología Embrionaria, podemos “acariciar la columna del alma”, como me gusta llamarlo, porque este trabajo nos ayuda a entender las cadenas emocionales que hemos heredado o creado a lo largo de nuestra vida y nos brinda la oportunidad de liberarnos de ellas.

El Proyecto Sentido: El Legado Emocional de los Padres

Uno de los pilares fundamentales de la Reflexología Embrionaria es el Proyecto Sentido, un concepto desarrollado por el psicólogo Marc Fréchet. Esta teoría sostiene que, antes de nacer, el bebé ya recibe y asume las expectativas, deseos y emociones no resueltas de sus padres, especialmente de la madre. Durante el embarazo, el bebé se encuentra inmerso en el mundo emocional de la madre y lo percibe de manera muy directa. Esto significa que el bebé no solo recibe genes y nutrientes de su madre, sino que también absorbe sus emociones, creencias y mandatos inconscientes.

El Proyecto Sentido se forma desde la preconcepción, durante la gestación y hasta los primeros años de vida del bebé. Durante este período, el bebé hereda una «carga emocional» de sus padres que puede determinar cómo enfrentará el mundo, cómo se relacionará con los demás y qué tipo de patrones de comportamiento repetirá a lo largo de su vida.

Por ejemplo, si los padres conciben un bebé con la expectativa de que sea «el salvador» de su matrimonio, ese mandato inconsciente se graba en la vida emocional del niño. A lo largo de su vida, este niño podría sentir que siempre tiene que cuidar de los demás o salvar a las personas de su entorno, aun sin darse cuenta de por qué siente esa responsabilidad. Así es como el Proyecto Sentido marca las emociones y decisiones que tomamos sin ser plenamente conscientes de su origen.

¿Cómo se Transmiten las Emociones y las Creencias desde la Concepción?

Desde el momento de la concepción, el bebé está completamente conectado con el estado emocional de su madre. Esto significa que si la madre experimenta estrés, tristeza, miedo o inseguridad durante el embarazo, esos sentimientos se transmiten al bebé como si fueran propios. Las emociones maternas, como el miedo o la ansiedad, pueden alterar el desarrollo neurológico y emocional del bebé, predisponiéndolo a respuestas emocionales intensas, como la ansiedad o la inseguridad, en su vida adulta.

Esto ocurre porque el cerebro del bebé, especialmente el sistema nervioso y el sistema límbico (que regula las emociones), están en constante desarrollo durante el embarazo y son sensibles a los cambios hormonales que experimenta la madre. Las emociones que la madre siente durante el embarazo liberan neurotransmisores como el cortisol, que viajan a través de la placenta y pueden afectar directamente el cerebro del bebé, predisponiéndolo a ciertas respuestas emocionales en el futuro.

Por ejemplo, una madre que se siente constantemente estresada o ansiosa durante el embarazo puede transmitir estas emociones al bebé, quien desarrollará una mayor sensibilidad al estrés. Del mismo modo, una madre que se siente rechazada o insegura podría hacer que el bebé internalice esas mismas emociones, llevándolo a experimentar sentimientos de rechazo o inseguridad en su vida adulta.

El Método C.E.R.: Conexión con las Etapas Embrionarias y el Nacimiento

El Método C.E.R. se basa en un trabajo profundo sobre los pies, donde cada zona refleja una etapa clave del desarrollo embrionario y del nacimiento. Estas zonas no solo están vinculadas a diferentes partes del cuerpo, sino también a momentos emocionales importantes desde la preconcepción hasta el nacimiento. A través de la estimulación de estas áreas reflejas, podemos desbloquear memorias emocionales, liberando así patrones que influyen en nuestra vida emocional, física y mental.

1. Preconcepción

Antes de la unión del espermatozoide y el óvulo, ya existen influencias emocionales y mandatos inconscientes de los padres que influyen en el bebé. Las emociones y las expectativas de los padres (si el bebé fue planeado, deseado o si el entorno es conflictivo) empiezan a afectar la vida emocional del bebé incluso antes de que la concepción ocurra.

  • Impacto emocional: Si los padres conciben al bebé con amor y aceptación, el niño puede crecer con una mayor sensación de seguridad. Si hay emociones de rechazo o incertidumbre, estas también se pueden transmitir al bebé, afectando su autoestima y su sentido de pertenencia.

2. Concepción

En el momento en que el espermatozoide y el óvulo se unen, se sella la información genética y emocional de ambos padres. Las creencias, emociones y mandatos familiares se inscriben en el bebé desde el principio. Si hay emociones de rechazo o conflicto en este momento, el bebé puede sentir que no es bienvenido al mundo.

  • Impacto emocional: Este es un momento crucial que determina cómo el bebé percibirá el mundo. Las emociones de amor o rechazo que experimentan los padres en este momento influirán en la seguridad emocional del niño.

3. Primer Trimestre

Durante el primer trimestre, el embrión es extremadamente sensible a las emociones de la madre. El sistema nervioso y el cerebro comienzan a formarse, y las emociones maternas influyen en el desarrollo de estas estructuras. Si la madre experimenta estrés o ansiedad, los niveles de cortisol aumentan, lo que puede afectar el desarrollo neurológico del bebé y predisponerlo a problemas de manejo del estrés en la vida adulta.

  • Impacto emocional: El bebé empieza a formar la base de su sistema emocional en este trimestre, y las emociones de la madre juegan un papel clave en cómo el bebé responderá a las situaciones de estrés en el futuro.

4. Segundo Trimestre

En esta fase, el sistema límbico del feto, que es responsable de las emociones, comienza a madurar. Las emociones de la madre (especialmente si son negativas, como el miedo o la ansiedad) pueden afectar el desarrollo de la amígdala y el hipocampo, estructuras del cerebro que controlan las respuestas emocionales.

  • Impacto emocional: Si la madre vive situaciones de estrés intenso o tristeza profunda, el bebé puede desarrollar una tendencia a la reactividad emocional, lo que podría afectar su capacidad para regular las emociones y manejar el estrés en el futuro.

5. Tercer Trimestre

El cerebro del bebé se encuentra en su fase final de desarrollo, y las emociones de la madre influyen directamente en cómo el cerebro organiza la información emocional. El bebé ya es capaz de percibir sonidos y emociones de manera más clara. Las emociones de la madre durante este periodo pueden influir en la capacidad del bebé para regular sus emociones y manejar el estrés en su vida posterior.

  • Impacto emocional: Si la madre experimenta un entorno de amor, calma y seguridad, el bebé estará mejor preparado emocionalmente para enfrentar el mundo. Si, por el contrario, el ambiente es de estrés o conflicto, el bebé puede nacer predispuesto a la ansiedad.

6. El Nacimiento

El nacimiento es un evento emocionalmente intenso, tanto para el bebé como para la madre. El paso del entorno protegido y cálido del útero al mundo exterior lleno de estímulos puede ser traumático si no es manejado adecuadamente. La forma en que el bebé es recibido, ya sea en un parto natural, inducido o cesárea, y las emociones que rodean el momento del nacimiento, influyen en cómo el bebé percibirá el mundo.

  • Impacto emocional: Un bebé que nace en un entorno de amor y calma tendrá una percepción más positiva de la vida. Si el parto es difícil o traumático, el bebé puede desarrollar patrones de miedo, rechazo o ansiedad. La Reflexología Embrionaria trabaja sobre las zonas reflejas que corresponden al nacimiento para liberar las emociones relacionadas con este evento.

El Poder de las Creencias: ¿Cómo Influyen en la Vida del Bebé?

Las creencias son pensamientos e ideas que aceptamos como verdaderos, y que influyen profundamente en nuestra vida emocional y mental. Durante el embarazo, las creencias inconscientes de los padres se transmiten al bebé, afectando su desarrollo emocional.

  • Creencias Limitantes: Son creencias que nos restringen y nos impiden alcanzar nuestro verdadero potencial. Por ejemplo, una madre que cree que «la vida es difícil» puede transmitir esa creencia al bebé, quien crecerá con una visión del mundo como algo hostil y desafiante.
  • Creencias Potenciadoras: Por el contrario, las creencias positivas, como «la vida es abundante y llena de oportunidades», permiten que el bebé desarrolle una sensación de seguridad y optimismo.

Liberación de Bloqueos Emocionales a Través de la Reflexología Embrionaria

A través del Método C.E.R., trabajamos directamente sobre los pies, desbloqueando las zonas reflejas que corresponden a estas etapas de desarrollo. Este trabajo ayuda a liberar las creencias limitantes y las memorias emocionales que condicionan la vida adulta, permitiendo a la persona reconectar con su esencia, liberarse de los mandatos familiares y vivir de manera más auténtica y libre.

El Método C.E.R. es más que una técnica física; es una puerta para acceder a la sanación emocional profunda, que transforma la vida de quienes lo experimentan.