La reflexología, es una práctica milenaria conocida por diversas culturas del mundo. En nuestros pies se reflejan, a través de conexiones nerviosas y energéticas, todos los órganos de nuestro cuerpo.
La reflexología es una técnica preventiva que se utiliza para aliviar molestias, estrés, ansiedad y tensiones provocadas por el día a día.
Mediante la reflexología evolutiva podemos aliviar dolores y equilibrar la tensión arterial, así como normalizar las funciones orgánicas, glandulares y hormonales. Dado que mejora también el sistema circulatorio ayuda a desintoxicar y descongestionar el cuerpo. Como resultado de todo ello podemos percibir un aumento de la vitalidad y la mejora de nuestro equilibrio físico, psíquico y emocional, ya que produce un profundo estado de relajación y bienestar.
No tenemos por qué estar enfermos o sentirnos mal para recibir reflexología. Lo ideal sería que una vez al mes nos aplicaran reflexología en los pies, espalda, cráneo y manos para así conseguir el mayor bienestar.
La reflexología evolutiva no es invasiva y no tiene contraindicaciones siempre y cuando se aplique con responsabilidad profesional. Por este motivo puede aplicarse a un sinfín de desequilibrios tanto agudos como crónicos.
Es una técnica ideal para trabajar junto con otras terapias o con cualquier tratamiento médico o natural.