Es tan grave el ruido que hacen los amos del mundo, como tu silencio.
Es tan grave el ingrediente mortal de la vacuna, como el ingrediente de tus pensamientos (el miedo).
Es tan grave la movilización de un ejército sin alma, como tu inmovilización.
Es tan grave la información que ellos manejan, como tu ignorancia.
Es tan grave el plan de control mundial, como tu plan de no hacer nada.
Es tan grave su exceso de dinero, como tu exceso de consumismo.
Es tan grave su entusiasmo por derrotarnos, como tu apatía.
Es tan grave su ansia de poder, como tu falta de poder.
Es tan grave el asesinato de inocentes, como tu insolidaridad.
Es tan grave su arrogancia, como tu cobardía.
Y si sabiendo lo que ocurre en el mundo, no despiertas, estás en tu derecho. En tu derecho de elegir la seguridad de la esclavitud y la programación de tu muerte.
Pero no implores justicia cuando veas en qué se ha convertido el mundo que has elegido y ya no quede ningún ángel humano en la tierra para ayudar
Autor: Anónimo
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