Pero la decisión para darlos está íntimamente conectada con nuestro corazón y cerebro, con nuestro mundo carnal y el astral o espiritual. Se trata de una conexión donde si no hay coherencia entre lo que pensamos, decimos y hacemos, nuestros pies se resienten, puesto que la conexión inconsciente es instantánea.
Nuestro cuerpo busca siempre el equilibrio y si detecta incoherencias manda señales que aparecen reflejadas en los pies a través de los callos, grietas, lunares, etc. para que podamos corregirlas o sanarlas…
¿Quieres estar informado sobre nuestras charlas gratuitas, cursos y actividades?