Casi todos hemos recibido algún masaje en los pies o hemos oído hablar de ello. La reflexología es una técnica milenaria donde se trabajan las distintas zonas del organismo a través de puntos reflejos. Cuando estos puntos reflejos se hallan en los pies, hablamos de reflexología podal, la más conocida y practicada, pero también se aplica la reflexología en las manos, oreja, cráneo o espalda.
Aunque la reflexología es una técnica muy antigua, la reflexología evolutiva o lectura temperamental del pie es una técnica nueva donde se trabaja no solo lo físico sino también lo emocional, constatándose que nos facilita el conocimiento de uno mismo, favoreciendo la ALEGRÍA.
Para conseguir la alegría creemos que tenemos que estar bien de salud o tener bienes materiales, pero en ocasiones teniendo lo suficiente para vivir y ninguna enfermedad no somos felices o no tenemos una actitud alegre en la vida. Quizá alguna vez nos hayamos preguntado: «¿por qué hay personas que teniendo situaciones no deseadas, sean físicas o materiales, las viven con actitud positiva?». En general, la gente piensa que no es una actitud real, que simplemente fingen, aparentan lo que no es. Se acostumbra a pensar que es imposible vivir una actitud alegre cuando vivimos una situación no deseada pero la realidad es que la situación de felicidad no depende de lo que vivimos sino de cómo lo vivimos.
Con esta nueva técnica te ayudaremos a conocerte, a entender porqué nos cuesta tanto aceptar las cosas que suceden y a observar que en los pies se reflejan todas nuestras vivencias y los conflictos que se producen cuando no estamos actuando como pensamos y sentimos.
La Reflexología Podal Evolutiva (RPE)/ Lectura Temperamental del Pie (LTP) es una técnica que permite realizar una lectura de nuestro estado físico y emocional por medio de los cuatro temperamentos, temperamentos que veremos reflejado en los pies.
Ya nos decían el Medico griego Hipócrates (460-370 aec) y Galeno (129-200) que «los temperamentos son la peculiaridad individual de los afectos psíquicos y de las estructuras dominantes del humor y la motivación, siendo la manera natural con la que el ser humano interactúa con el entorno».
El temperamento es el modo en que expresa su personalidad cada individuo, es el rasgo descriptivo del estilo de actuar que nos distingue de los demás como únicos e irremplazables y puede ser hereditario y/o influenciado por el entorno y su capacidad de adaptación al mismo.
Estos cuatro temperamentos se localizan en las distintas zonas del pie: en la zona de los dedos el temperamento sanguíneo, en la zona de la almohadilla que está entre el final de las falanges y los metatarsianos tenemos el temperamento colérico, en la zona del puente tenemos el temperamento flemático y en la zona del talón y columna vertebral tenemos el temperamento melancólico.Las alteraciones en el pie, (como callos, lunares, grietas o dolor) son indicativas de que existe algún desequilibrio en los temperamentos, y que por ello estamos viviendo situaciones físicas y/o emocionales no deseadas.
Si la zona de los dedos está en desequilibrio, puede que nos cueste planificar las cosas, la comunicación no sea como siempre, nos cueste disfrutar de las cosas sencillas, y/o disminuya nuestra la capacidad de observación.
Si es la zona de almohadilla la que está desequilibrada, quizá nos sintamos con poca vitalidad, a veces impulsivos y con poca paciencia, problemas con la sexualidad y/o en ocasiones ansiedad y problemas con la respiración
La zona del puente nos habla de cómo vivimos los afectos, la claridad emocional, la ternura, como digerimos las situaciones vividas, la ira, la rabia y los miedos desconocidos que no nos permiten avanzar en el camino.
Y, por último la zona del talón, nos indica cómo vivimos los miedos conocidos, el desaliento, la dependencia, la culpabilidad y aquí también vemos la columna vertebral para observar cómo nos sostenemos en la vida.
Trabajando esta técnica obtenemos resultados porque cuando estimulamos un punto en el pie estimulamos la conexión con nuestro sistema nervioso central, que es nuestra centralita de comunicaciones, que se encarga de trasmitir los impulsos nerviosos, provocando una respuesta a nivel cerebral y de la médula espinal y que actúa sobre las fibras nerviosas enviando la información tanto a ramas ascendentes, ramas descendentes y colaterales, como a la zona sensitiva de la corteza cerebral.
Esta técnica es la recopilación de más de 20 años de observación e investigación, verificando empíricamente que en cada zona determinada del pie esta la huella de la limitación de cada uno de los temperamentos y formas de expresión de los mismos, que estimulándose de una forma concreta permite activar la virtud de cada uno de esos temperamentos y sus formas de expresión.
Y si tienes un minutito ahora, observa tus pies (no siempre tienen el mismo aspecto ¿verdad?) y si crees que hay que hacer algún cambio, DA UN PASO A LA ALEGRÍA.
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